domingo, julio 20, 2008

Binaca, ahora flúor, antes caca



Hoy, tras una opípara comida, estaba lavándome los dientes, alabemos al señor, cuando me he dado cuenta del cambio que ha dado en la última década la pasta de dientes "BINACA". Recuerdo que de preadolescente, mi madre la compraba en la farmacia, y a parte de un sabor asqueroso, era de una textura mojonil que causaba estragos al esparcirse por toda la boca. En definitiva, sólo le faltaba ser de color marrón para ser una pasta dental con dos cojones. ¡La cantidad de divertidas arcadas que he disfrutado con Binaca! Pero, en éstos tiempos de mariconeo, en los que la metrosubnormalidad, la elegancia y los hombres con maquillaje han hecho tanto daño a la humanidad, los productos binaca ya nada tienen que ver con lo que eran. Ahora vienen en botecitos de diseños modernos y divertidos, al más puro estilo colgate. Y el contenido...más de lo mismo. Pastita blanca con rayitas rojas y azules (siempre me he preguntado por qué tienen esas rayitas de mierda las pastas de dientes), de tacto normal y regustillo refrescante. Un asco. Una traición a los principios del producto. A los actuales ejecutivos de la marca se les debería caer la cara de vergüenza...

Yo mientras tanto, seguiré buscando el producto más parecido a aquella antigua crema binaca, con la que gritaba todas las mañanas: "mamá, sabe a caca".

Saludos y cuídense de Txumari.

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