Cuando el capitán y su equipo de rescate entraron en la nave, encontraron un espectáculo desolador. La mierda había conseguido introducirse en la nave. Sobre el piso encontraron numerosos cadáveres cubiertos de mierda. Sus caras indicaban que murieron aterrorizados y asqueados.
- Usted, recoja una muestra de las heces que tiene aquel cadáver en la boca.- Ordenó el capitán a uno de sus subordinados. – Esto es muy extraño. Por la posición de los cadáveres, su avanzada descomposición y por la forma en que la mierda entra por sus bocas o los caminos que sigue por techo, paredes y suelo, parece que éstos excrementos hayan actuado de una manera premeditada…¡¡¡Lo afirmaría si no fuese una locura!!!
- Capitán, recibimos la señal de ayuda hace escasos minutos, y éstos cadáveres aparentan llevar así al menos un día entero...
- Tiene razón soldado, pero procure no hacerme sombra con sus razonamientos deductivos que aquí la estrella soy yo. Debemos registrar la nave, podría quedar algún superviviente. Avanzad con cuidado, no me fío nada de ésta mierda, y, no hace falta que os lo diga, ni se os ocurra quitaros los equipos de respiración.
El valeroso equipo de rescate del OGT fue accediendo uno a uno a todos los compartimentos de la misteriosa nave, sin encontrar señales de vida. El espectáculo era dantesco. Cadáveres y mierda, mierda y cadáveres. Debido a las enormes dimensiones de la nave, se dividieron en tres grupos, dos de cuatro, y uno de tres. El capitán, que iba en uno de los de cuatro, empezaba a impacientarse. Era una situación muy extraña y preocupante y quería salir de allí lo antes posible. Una vez registrada la zona que habían asignado para su grupo, emprendieron el camino de vuelta hacia el punto de encuentro. Allí no quedaba un alma con vida, pero…
- Un momento, ¿no os parece que en el final de éste pasillo hay más mierda amontonada que cuando pasamos hace un rato? – preguntó el capitán a sus acompañantes.
- Ciertamente, es más, a mí ya me llamo la atención antes que al fondo del pasillo hubiese tanta mierda, pero ahora ni siquiera se ve la pared del fondo.
- Creo que allí no hay una pared, debe haber una puerta, y la mierda está intentando atravesarla. ¡FUEGO!
Los cañones-láser de mano dispararon hacia el fondo del pasillo. Pero claro, lo único que conseguían era esparcir mierda, la cual, ante el estupor de los hombres, volvía poco a poco a su posición original al fondo del pasillo. Esto confirmaba los peores temores de los hombres de Shit. Ésta mierda tiene voluntad propia.
- ¿Cómo conseguiremos pasar, capitán?
- Mirad, hay desagües en el suelo, no sé donde llevarán, pero podemos aprovecharlos. Traed una manguera desde el depósito de agua de nuestra nave, nos quitaremos ésta mierda de encima…
La ocurrencia del capitán resultó acertada, y de éste modo consiguieron despejar la zona de mierda. Efectivamente, al final de pasillo había una puerta. La mierda intentaba acceder a ella, ¿qué habría dentro? Como el equipo de capitán no tenía un R2D2, tardaron un buen rato en abrir la misteriosa puerta. Cuando por fin lo consiguieron, descubrieron que la estancia era, ni más ni menos, el acceso al almacén de la nave…
