Fantasías de WC

Hoy, 30 de diciembre, me disponía a realizar una de mis actividades favoritas: CAGAR. Sentadito en la taza disfrutaba de mi evacuación y fantaseaba con posibles lugares y situaciones en las que hacer de vientre podría convertirse en algo extremadamente cómico. Lo excitante que habría sido hacerlo en la papelera de mi ex clase de la facultad, o en la cajita de plástico adherida a la pizarra donde guardaban las tizas y el borrador. Me imagino al profe de electrónica de potencia: “hoy vamos a empezar con los convertidores continua continua....ARRRRRGGG” , y verle la mano chorreando, emanando un hedor embriagador. Y ya puestos a fantasear, me lo imagino como un coprófago encubierto, que empezaría a lamerse los deditos, como si fueran barritas de chocolate, y nos pide más, y la clase se convierte en una orgía fecal... Y éste pensamiento me lleva a nuestro expresidente del gobierno, que comparte apellido con mi profe, que traducido al yanki es algo así como Ansar. Ése Ansar entrañable, con esa melenita de progre de derechas que se ha dejado ahora y esa simpatía que le caracteriza, esa sabiduría que le ha convertido en profe de un país taaaan taaaaan culto como los USA (que son tan inteligentes que la mitad se creen que Spain está junto a México). Me imagino a Ansar junto a su familia, esperando los regalos de Santa Claus (claro, ahora que es más yanki que otra cosa, prefiere al gordo de cacacola a los reyes magos). Me lo imagino disfrazándose del gordo-cola para sorprender a sus hijos y nietos, y me imagino a mí mismo cagándome previamente en el gorro del disfraz. Una mierda lo suficientemente sólida para que permanezca en el gorro, pero también blandita para que le chorree por la cara, cosa que seguro que excitaría de sobremanera a the Bottle, COME HERE JOU MARY, OH, OH, I WANT YOUR SHIT!!! ¿Y qué haría Agag? Y ya puestos, imaginad lo que sería capaz de hacer Pedro J, cuyos videos son mucho mejores que los de Pam con Tommy Lee...

Me gusta, me gusta mucho fantasear con éste tipo de gente. La gente tan fina y modosita (no digo educación, porque la mayoría no tienen). Ésta gente que considera que la mierda es algo vergonzante, no se puede saber cuando cagan, y si se les escapa un pedete, sufren unas horribles crisis nerviosas e intentan desviar la atención hacia cualquier chorrada. Esas pijas, esos metrosubnormales, esos tertulianos políticos y del corazón... Se avergüenzan tanto de su aparato digestivo que se merecen estreñimiento de por vida, así se dejarán de tanta imbecilidad. ¡¡¡No al escrupuloso rechazo a una necesidad fisiológica tan importante!!! Por eso, amiguitos, debemos acabar con esas frases como “voy al servicio” o simplemente “ahora vengo”. Nadie debería ofenderse ante una expresión tan bella y semejante sonoridad. Es una frase corta, va al grano, y nadie te va a pedir explicaciones. Es justo y necesario. Hay que decir: VOY A CAGAR.