martes, julio 22, 2008

EL PRODUCTO DEL AÑO

Tarde aburrida, perdiendo el tiempo delante del ordenador (cualquiera sale a la calle con cuarenta jodidos grados a la sombra), desarrollando teorías mentales, preparando coartadas para diversas muertes-asesinatos, ultimando los planes para quitar de en medio a unos cuantos indeseables... En definitiva, una tarde destinada a desaprovechar el poco tiempo libre que deja el curro... Pero de pronto, el corazón me dio un vuelco al hacerse eco de la enorme revelación que salía del televisor: ¡HemoClin!

Sin duda, el producto del año. Probablemente, en no mucho tiempo, los censores de la televisión española acabarán "modificando" el anuncio para que no pueda ofender a impresionables miembros del Opus Dei. Así que, intentad disfrutar de éste maravilloso "spot" antes de que le quiten su esencia. ¡Por fin un producto anti-hemorroides cuya publicidad repite una y otra vez la palabra ANAL! Con orgullo, como debe ser, el ojete es el ojete, el ano es el ano, y los picores anales son PICORES ANALES, basta de sufrir en silencio. Me alegro de este cambio a mejor en nuestras vidas, y os recomiendo encarecidamente que leáis el punto 4 de la demostración del uso del gran HemoClin.

Por último, quisiera hacer referencia al Dermovagisil, no sería justo dejar al enemigo de los picores vaginales fuera de éste homenaje a la publicidad sin complejos.

domingo, julio 20, 2008

Binaca, ahora flúor, antes caca



Hoy, tras una opípara comida, estaba lavándome los dientes, alabemos al señor, cuando me he dado cuenta del cambio que ha dado en la última década la pasta de dientes "BINACA". Recuerdo que de preadolescente, mi madre la compraba en la farmacia, y a parte de un sabor asqueroso, era de una textura mojonil que causaba estragos al esparcirse por toda la boca. En definitiva, sólo le faltaba ser de color marrón para ser una pasta dental con dos cojones. ¡La cantidad de divertidas arcadas que he disfrutado con Binaca! Pero, en éstos tiempos de mariconeo, en los que la metrosubnormalidad, la elegancia y los hombres con maquillaje han hecho tanto daño a la humanidad, los productos binaca ya nada tienen que ver con lo que eran. Ahora vienen en botecitos de diseños modernos y divertidos, al más puro estilo colgate. Y el contenido...más de lo mismo. Pastita blanca con rayitas rojas y azules (siempre me he preguntado por qué tienen esas rayitas de mierda las pastas de dientes), de tacto normal y regustillo refrescante. Un asco. Una traición a los principios del producto. A los actuales ejecutivos de la marca se les debería caer la cara de vergüenza...

Yo mientras tanto, seguiré buscando el producto más parecido a aquella antigua crema binaca, con la que gritaba todas las mañanas: "mamá, sabe a caca".

Saludos y cuídense de Txumari.